Sociedades de México antiguo.
La diversidad social y cultural en los territorios que habrían de constituir el México actual tiene una distinción histórica fundamental que separa a los pueblos civilizados de la zona cultural que llamamos Mesoamérica, de los pueblos cazadores y recolectores de la mayor parte del Bajío y de Norte de México.
La zona Mesoamericana por su parte estaba poblada por
sociedades, que mediante un largo proceso de desarrollo, habían alcanzado desde
dos mil años antes de la Conquista el nivel de civilización, es decir, un tipo
de cultura caracterizado por un sistema de producción con cultivos intensivos
con artesanías desarrolladas, capaz de mantener una numerosa población en
la que existía una división del trabajo que incluía la distinción entre ciudad
y campo, entre un grupo de trabajadores dedicados principalmente a la
producción de bienes materiales y otros dedicados a la distribución y el gobierno.
Para distinguir las características de una zona de gran
importancia es necesario considerar los rasgos tres áreas culturales.
Aridoamérica
El área conocida como Aridoamérica se
extendió al norte de Mesoamérica y comprendió parte de los
actuales estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo
León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato,
Querétaro y San Luis Potosí.
En este amplio territorio de desarrollaron varias
culturas, cuya forma de vida dependía, en gran medida de las
características del ambiente. Los grupos que se ubicaron en regiones
áridas eran nómadas dedicados a la recolección, la caza, a pesca y a la
guerra; no cultivaron la tierra debido a que el medio no era propicio.
En cambio, los pueblos que se establecieron en
márgenes de los ríos o de los lagos pronto pasaron del estadio
de nómadas recolectores-cazadores, desarrollando técnicas agrícolas y,
posteriormente, la domesticación de algunos animales.
Sus lugares de habitación fueron los refugios
naturales y en algunas ocasiones construyeron cabañas sencillas
con troncos, ramas y hojas de palma, las que a veces reforzaban con piedras.
Oasisamérica
La región de Oasisamérica comprendía del
suroeste del territorio de lo que hoy es Estados Unidos de América (Arizona,
Utah, Nuevo México, Colorados, Nevada y California) y las zonas noreste y
noroeste de los actuales estados de Sonora y Chihuahua. El oriente de
esta área se caracteriza por lo accidentado del terreno y ríos de
escaso caudal, como el San Juan, el Colorado y el Grande, en cuyas
márgenes surgieron numerosos asentamientos.
Los grupos humanos que se establecieron en Oasisamérica
adoptaron costumbres sedentarias y practicaron la agricultura, decida a en gran
medida a la influencia que sobre ellos ejercieron los grupos mesoamericanos.
Los habitantes de Oasisamérica elaboraron cerámica, conocieron
las técnicas para construir edificios ceremoniales y casas habitación
y formaron sociedades estratificadas. Aunque los investigadores dan cuenta
de varias subáreas en este territorio, la cultura de las Casa Grandes es
destacable, pues los vestigios de la antigua ciudad de Paquimé o Casas Grandes
se ubican en el estado de Chihuahua y cubren más de 50
hectáreas. Algunas edificaciones que Paquimé llegaron a tener más de seis
pisos, según algunos cronistas y viajeros de los siglos XVI y XVII. Los
pobladores de las Casa Grandes, cultivaban maíz, calabaza y chile
principalmente. Practicaban el comercio a larga distancia, con Arizona y
Colorado.
Después de varios siglos de desarrollo Paquimé
llego a su auge entre 1300 y 1450 después de Cristo. Poco tiempo
después de esta fecha la cuidad fue atacada, saqueada y quemada por grupos
belicosos, seminómadas, lo que provoco, su abandono.
Se caracterizó por la combinación de
elementos mesoamericanos y aridoamericanos, tales como la agricultura,
favorecida por la presencia de los ríos Yaqui, Bravo, Colorado, Gila, y
Casas Grandes, la práctica de la caza, la pesca, la recolección y la
fabricación de cerámica.
Cuando llegaron los españoles en Oasisamérica
vivían diversos pueblos con mayor o menor desarrollo y organización:
navajos, pápagos, mayos, seris, tarahumaras y otros, que ofrecieron tenaz
resistencia al avance de los conquistadores.
Mesoamérica
Esta región se extiende por el centro y sur de lo
que actualmente es el territorio mexicano hasta Costa Rica. Al tiempo de la
conquista española, tenía como fronteras norteñas las zonas limitadas por
los ríos Sinaloa (noroeste) y Pánuco (noreste), en tanto que en la parte
central no rebasaba a parte del río Lerma. El extremo sur de
Mesoamérica estaba delimitado por el río Motagua, que desemboca en el
Golfo de Honduras, en el Atlántico, las riberas meridionales del largo de Nicaragua
y la península de Nicoya en Costa Rica.
En la región de Mesoamérica se ubican los actuales
estados de Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, México, Morelos, Michoacán,
Nayarit, Tlaxcala, Tabasco, Oaxaca, Puebla, Ciudad de México y el sur de
Hidalgo, Guanajuato, Sinaloa y Querétaro.
Los pueblos más antiguos reciben el nombre de olmecas y representan una tradición cultural de raigambre netamente mesoamericana. Se mencionan pueblos como la población de Cholula y Chalco, aunque no hay crónicas detalladas de sus historias. Se piensa que los pueblos nahuas del centro de México se extendieron hacía e norte para fundar Tula y alcanzar territorios de los pueblos cazadores y recolectores, a los cuales influyeron culturalmente y han de haber influido en las unidades políticas que establecieron. A pesar de que hacia el año 600 a. de C., los centros urbanos olmecas desaparecieron, las culturas posteriormente adoptaron muchos conceptos sociales, económicos, urbanísticos y artísticos de esta civilización.
Una de las civilizaciones más sobresalientes de la zona mesoamericana es la cultura maya. Desarrollaron espacios urbanos que denotan civilizaciones de gran relevancia como la surgida en torno al Lago Petén (en Guatemala), se expansión hasta Yucatán, Chiapas y Honduras y fundo un imperio cuyas bases fueron las ciudades-templo de Tikal, Piedras Negras, Palenque y Copán. La vida urbana se desarrolló en toda la zona maya: surgieron múltiples ciudades gobernadas por un teócrata y otras autoridades cercanas a él, casi siempre emparentadas las cuales impusieron una rígida estratificación social, un aparato administrativo y poder militar centralizados. Muchas de estas ciudades realizaron un intenso comercio de corta y larga distancia. Uno de los sitios arquitectónicos más importantes es Chichen Itzá que comprende de un área de cinco kilómetros cuadrados donde se levantan numerosos edificios.
Cuando los españoles llegaron desembarcaron en la península de Yucatán, del poder de la civilización maya solo quedaban los rastros arquitectónicos de su grandeza, esta cultura había caído hacia setenta años alrededor del año de 1450. Las causas de su caída se deben muy probablemente debido a la destrucción de las ciudades antes de las ciudades de los españoles, y del incendio de sus códices y libros antiguos, muy probablemente por la invasión de los toltecas. Por los restos arquitectónicos, está claro que tenían Muchos avances por el uso del arco, la bóveda y por su más delicada, compleja y proporcionada pintura y escultura. La civilización Maya floreció y se desarrolló en los actuales estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo; además por territorios de Guatemala, Belice y gran parte de Honduras, en América Central. El proceso de desarrollo de la civilización Maya abarca un proceso que va del año 1300 a. de C. hasta la conquista española entre los años 1527 y 1547.
Los grupos de las zonas centrales de la región maya se distinguieron por sus grandes logros: construyeron ciudades como Palenque, Yaxchilán y Bonampak, en el actual estado de Chiapas; Uaxactún, Piedras Negras, Tikal y Quiriguá en Guatemala y Copán, en Honduras.
Otra de las culturas más representativas es la
Teotihuacana, tuvo una duración aproximada de diez siglos y floreció entre los
años 300 y 600 d. de C. Su desarrollo fue tal que influyó de forma considerable
en todo el territorio y fuera de éste. La ciudad de Teotihuacán abarcó un
territorio de 20 km cuadrados y llegó a contar con una población de casi
200,000 habitantes.
Los teotihuacanos conocieron el calendario, la numeración y la escritura jeroglífica; realizaron observaciones astronómicas, desarrollaron aspectos de la astrología; tuvieron claros conceptos de la planeación, urbanización e ingeniería; descubrieron as propiedades de varias plantas, que aplicaron a la medicina herbolaria y tuvieron un desarrollo notable en las artes (por ejemplo, en la elaboración de artesanías) creando un estilo que otros pueblos adaptaron. La ciudad de Teotihuacán se considera como a primera manifestación urbana de grandes referentes en el continente americano, fue una ciudad sagrada construida con base en un trazo urbano reticular, de acuerdo con un orden cosmético.
Por otra parte, uno de los pueblos que logro gran florecimiento fueron los toltecas, la ciudad de Tula, fue la más desarrollada, región ahora ubicada en el estado de Hidalgo. La considerada capital tolteca, se puede identificar con la ciudad de Hidalgo y con las tradiciones históricas de los pueblos mayenses de Yucatán y Guatemala. Dicha cultura floreció en el periodo comprendido entre los años 850 y 1168, d de C. Entre sus rasgos distintivos estaban la casta militar, la expansión imperialista, las conquistas y la recaudación de los tributos.
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